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Estrategias para leer una novela

Leer una novela parece algo que se explica por sí mismo: comienza a leer por una portada y no te detengas hasta llegar a la otra.

Pero los lectores más exitosos del mundo saben que leer una novela es un tipo único de lectura. Así como existen claves importantes para leer cualquier tipo de género literario, leer una novela no es diferente: es un tipo específico de literatura con elementos específicos a las que debes prestar atención.

Quizá quieras considerar alguno de estos consejos para leer una novela de manera efectiva:

  • Lee para comprender
    Tan fundamental como parece este hecho para la educación, no lo ignores. Es fácil distraerse mentalmente, pasar rápidamente una página o dos y, de repente, encontrarse en una nueva escena con nuevos personajes y sin tener idea de cómo llegaste allí. Si descubre que no tiene idea de lo que está pasando, siempre es una buena idea retroceder y averiguar lo que está leyendo.
  • Presta atención a las repeticiones
    Los novelistas suelen estar extremadamente orientados a los detalles cuando escriben sus novelas. Cuando repiten algo, tenían la intención de hacerlo. Cuando estés leyendo una novela y ciertas cosas vuelvan a aparecer, presta atención a esa repetición.
    Y la repetición puede adoptar mil formas. Esto puede ser ciertos escenarios, ciertos elementos temáticos, ciertos personajes, ciertos estados de ánimo, ciertas descripciones o muchas otras cosas para mencionar. Si de repente tienes un deja vu al leer, atención: el autor quiere hacer un punto.
  • Conoce tus elementos literarios
    Trama, escenario, personajes, presagios, imágenes, etc., etc., etc… Estos no son solo «etc.» Son muy importantes.
    Entendemos que conocer todos los principales elementos literarios puede ser algo menos que divertido. Pero son los bloques de construcción sobre los cuales los novelistas hacen sus puntos. Las grandes ideas vienen en formato de historia, por lo que es vital saber cómo funcionan juntos los elementos de la historia.
  • Presta atención a las interpretaciones al leer
    A veces los novelistas te lanzan una fácil: te interpretan un pasaje. Cuando estás leyendo una novela y te encuentras con alguna interpretación de un autor, es hora de tomar notas.
    Asegúrate de no perderte esto. Si quieres saber cómo leer una novela de manera efectiva y te pierdes esto, será fácil malinterpretar todo el libro. No te pierdas las interpretaciones del propio autor. Honestamente, importan mucho más que las mías o las tuyas.

Hábitos de lectura primavera-verano

Estamos en plena temporada de primavera, con varias festividades a nivel nacional o autonómico que ofrecen días de asueto, y esperando impaciente la llegada de la época estival, la temporada vacacional por autonomasia. Se podría pensar que es momento de disfrutar al aire libre aprovechando el buen tiempo, realizando actividades en familia o en grupo que tengan que ver con el deporte o el esfuerzo físico; y eso justamente es lo que hace mucha gente, pero ¿toda? Pues va a ser que no.

Son muchos los que buscan salir al aire libre para relajarse, como pasar la tarde en un parque, en un prado o montaña, o en un albergue rural; y además acompañan estas salidas con un libro. Es desde luego una buena noticia para el sector, que durante unos años estuvo en una situación precaria, cuando los productos de ocio y entretenimiento pasaban por otros medios más visuales e interactivos, y hubo que hacer una verdadera campaña de promoción de la lectura para concienciar al público; por suerte, parece que ha dado sus frutos, y aunque puede que haya cambiado la forma tradicional de disfrutar de un libro, lo que importa es que el hábito ha vuelto a instaurarse en una gran parte de la población.

Claro que parece que para muchos eruditos esto no parece ser suficiente, y abogan porque hay que preocuparse no solo porque la gente lea mucho, sino también por lo que lee; de lo que se deriva que pude que haya lecturas de primera y de segunda, algo así como pasaría con el cine erótico y el porno gratis. El primero se considera un arte, un género de culto que practican algunos directores muy reconocidos y que da lugar a peliculas profundas que parece van más allá de desnudos y sexo; el segundo, que no solo se puede encontrar en cantidad ingentes gracias a internet y las webs porno sino que además no cuesta un duro, es una burda imitación de expresión artística, despreciado por todos pero consumido por muchos. Ni que decir tiene lo que la pornografía representa para los autodenominados «entendidos» en arte; imaginarás que para ellos eso de ver jovencitas desnudas, o maduritas macizas, o abuelas cachondas teniendo sexo y disfrutándolo es una ordinariez como poco, aunque cabría pensar: lo que está mal, ¿es verlo o disfrutarlo? Mientras se aclaran y nos aclaran que es lo correctamente permitido o no, la pornografía online tiene millones de visitas.

Llevado esto al mundo de la literatura, no hay duda de que el género de segunda sería la literatura romántica o las novelas eróticas, su versión más sensual y sexual. Recordemos, para las mentes más puritanas, que el famoso Cantar de los Cantares bíblico ya se consideraba poesía erótica; así, este género ha formado parte de la literatura desde que esta era en formato oral incluso, mucho más cuando pasó a ser de forma escrita. En la antigüedad, a nadie se le ocurría pensar que estas lecturas eran inapropiadas, u ofendían la sensibilidad de alguien; en los tiempos modernos, puede que se haya terminado la crítica escandalosa, pero queda el regusto a cierta intolerancia, por no hablar de que ni a las obras ni a los autores se les da ningún valor como representación del arte literario.

Pero para callar la boca a tanto intransigente, ahí están las cifras de ventas; no hay más que verlas para comprobar cuántos bestsellers pertenecen al género erótico, y la cantidad de público fiel que es capaz de movilizar. Las autoras eróticas (suelen ser mujeres, aunque empiezan a despuntar algún que otro escritor con bastante acierto) son conocidas internacionalmente, y sus legiones de fans se pueden comparar a las de una banda de rock o un equipo de fútbol: totalmente entregadas. Sería difícil pensar que todas estas personas son unos descerebrados que no tienen ningún criterio a la hora de elegir sus lecturas, ¿no? Así que mejor dejar que cada cual lea lo que quiera, sobre todo en un hermoso día primaveral.

Maneras de leer más rápido y más inteligente

En línea o de forma impresa, las siguientes estrategias pueden ayudarte a leer de manera más efectiva.

1. COnoce lo que estás leyendo y por qué

Antes de comenzar, házte tres preguntas:

  • ¿Cuál es el propósito del texto? Por ejemplo, ¿es para entretener, informar, explicar o persuadir?
  • ¿Qué tan útil es? ¿Es relevante, preciso, imparcial, actual o no vale la pena leerlo?
  • ¿Para qué lo estás leyendo?

Tus respuestas te ayudarán a seleccionar qué leer y a elegir las estrategias de lectura más efectivas. Por lo tanto, no te sumerjas directamente en la lectura; invierte unos minutos en prepararte para aprovechar al máximo la actividad:

  • Usa la portada, la página del título, la introducción y cualquier otra información general para tener una idea general del contenido y el enfoque.
  • Sumérjete en el texto aquí y allá, para sintonizar con el tono de voz del autor.
  • Observa cualquier característica adicional que pueda ayudarte a interactuar con la información.
  • Lee el contenido, observa cómo está organizada la información y comienza a identificar las secciones que probablemente serán más importantes para ti.
2. Identificar información clave

Si has decidido que no necesitas leer algo en detalle, busca las formas más rápidas de extraer los conceptos básicos. Usa títulos de capítulos, resúmenes y sinopsis. Busca ilustraciones y gráficos. Y céntrate en funciones «fáciles de usar», como cuadros de datos, viñetas y preguntas frecuentes.

3. aumenta tu comprensión

Cuando necesites algo más que una comprensión básica, sigue usando introducciones y resúmenes, pero explóralos con más detalle. Todavía puedes «leer rápidamente» los capítulos, pero dedica suficiente tiempo a las palabras y conceptos clave y asegúrate de no haber pasado por alto ningún punto importante. Presta atención a los diagramas, tablas y gráficos, ya que a menudo se usan para explicar ideas complejas dentro del texto. Y haz anotaciones simples o resalta palabras y frases importantes para asegurarse de que está leyendo con el nivel de detalle requerido.

4. Controla tu entorno de lectura

Para tener la mejor oportunidad de leer de manera efectiva, siempre piensa dónde y cuándo hacerlo. Por ejemplo, en la cama, poco antes de irse a dormir, leer por placer puede ser una buena manera de relajar la mente. ¡Pero probablemente no sea el mejor momento o lugar para un estudio en profundidad! Asegúrate de que tu entorno de lectura sea cómodo pero no demasiado cómodo: encuentra un lugar tranquilo, libre de distracciones, y donde los asientos, la temperatura y la iluminación te ayuden a concentrarte.


Leer con eficiencia leyendo inteligentemente

Todos necesitamos poder leer bien, sea cual sea el trabajo que hagamos. Ya sea que estemos mirando un plan de proyecto, una página web, una revista comercial, un comunicado de prensa, un correo electrónico o cualquier otro tipo de texto, poder leerlo de manera eficiente y efectiva es una habilidad profesional clave.

¿Quizás leíste algo que debería ser útil, pero no encuentras nada relevante en él? ¿Tiene que volver a leer los documentos varias veces para entenderlos? ¿O a veces le cuesta recordar lo que ha leído?

Es importante tener una variedad de estrategias para convertirse en un mejor lector. Al hacer coincidir cuidadosamente tu enfoque con tu material y tomar el control del proceso de lectura, aprenderás cómo obtener los mejores resultados del tiempo y el esfuerzo que invierte, tanto en papel como en una pantalla.

Numerosos estudios y encuestan muestran que leemos cada vez más libros en una variedad de formatos y en una variedad de dispositivos, no solo en papel. Y lo más probable es que estés suscrito a periódicos y revistas digitales, o leas páginas web, correos electrónicos y redes sociales todos los días. Sin embargo, el medio impreso sigue siendo importante, por lo que nuestras habilidades de lectura deben ser lo suficientemente flexibles para hacer frente a los formatos digitales y físicos.

Cada uno tiene sus pros y sus contras, y es importante tenerlos en cuenta cuando elige algo para leer y cuando lo lee. Aquí hay cuatro diferencias clave entre leer textos impresos y digitales:

  • Autoría
    Puede ser más difícil juzgar la calidad de la información en línea, especialmente si la identidad del editor o del autor no está clara. Recuerda, los textos digitales pueden haber estado sujetos a menos edición, verificación y revisión que los impresos. Muchos de ellos, sin embargo, en realidad pueden ser más precisos, ya que son mucho más fáciles de corregir y mantener actualizados.
  • Extras
    Los textos impresos pueden ir acompañados de ilustraciones, fotografías y diagramas, mientras que los textos digitales pueden usar muchos más «extras adicionales», incluidos elementos de audio y video, cuestionarios y enlaces a otros textos.
  • Orden
    La mayoría de los textos impresos están diseñados para leerse secuencialmente. Con los textos digitales, puedes navegar como quieras, lo que facilita encontrar lo que necesitas. Sin embargo, también existe un mayor riesgo de perderse algo importante o de distraerse con material irrelevante.
  • Compromiso
    Si bien los textos impresos se pueden subrayar o resaltar, muchos de los digitales son incluso más fáciles de usar. Al copiar y pegar, agregar marcadores virtuales, notas e incluso compartir comentarios en línea, puede manejar mejor la información. Pero sea selectivo con sus anotaciones para evitar que se pierdan las ideas originales del autor.